martes, 24 de junio de 2014

Signos externos de la religión - La experiencia religiosa



Signos externos de la religión
Son artículos, cosas que cualquier religión utiliza para demostrar que pertenece a aquella, ej. : En caso de mí que soy católico, yo tengo un crucifijo, que es que demuestra que soy católico, otras religiones utilizaran lo mismo pero diferente.


Son escapularios, velones, imágenes, crucifijos, taus.




La religión, como cualquier hecho humano aparece a nuestro alrededor expresada en signos y manifestaciones muy diversas.
Hay muchas maneras de obtener información sobre la religión. Existen diferentes fuentes de información, fáciles de buscar y analizar: canciones, libros de Sociales, de historia y de Literatura, en enciclopedias de arte, nombres de las calles, pueblos y ciudades…
La religión también aparece en la música, en el cine, en el teatro, en la televisión, en las artes plásticas y en la Literatura, y hasta en el nombre de las personas. Por otra parte,  muchas personas afirman ser religiosas y viven de acuerdo con su religión.
                  


Las artes plásticas:
Es decir, en la arquitectura, la escultura y en las pinturas, son todavía hoy testigos de la presencia de lo religioso en la vida cotidiana.

ü  A pesar de la espectacularidad de los edificios modernos, como bancos, oficinas, etc. Las construcciones más visitadas en la mayoría de los pueblos y ciudades tienen que ver con la religión: iglesias, monasterios, que siguen llamando la atención a muchos hasta el día de hoy.
ü  Los cuadros y las estatuas que llenan los museos tienen con frecuencia contenido religioso: escenas de la Biblia, personajes de la historia de la iglesia, santos, divinidades de la antigua Grecia o Roma.
ü  Y si nos adentramos en otras culturas y religiones, la presencia de los signos religiosos es todavía más amplia y diversa.
ü  La cruz es un símbolo religioso importante desde que Jesús de Nazaret murió en ella.

En los nombres de las personas:
Especialmente en las zonas de más influencias religiosas, a muchas personas se les ponen nombres de personajes que aparecen en la biblia, santo o santa.

Personas creyente o religiosa:
No solamente hay signos religiosos externos. Hay también muchas personas que afirman ser religiosas o creyentes, que viven de acuerdo a su fe y religión.



La experiencia religiosa

Tanto en ambientes seculares como dentro mismo de la Iglesia. Religión es mala palabra, vocablo prohibido, retrógrado, de otra época. Con esto, lo religioso también se devalúa, porque al eliminar un nombre o una manera de nombrar las cosas, se quieren ocultar esas cosas, o al menos sacarlas de circulación para que nadie piense en ellas. Si no se dice religión, la religión no existe, y si no existe, menos problemas para los promotores del ateísmo, de las injusticias, de los órdenes sociales opresivos, de los post-modernos, los cientificistas y una larga lista de grupos que se beneficiarían con la desaparición del espíritu religioso. El problema que estos grupos no visualizan, es que la religión está en la naturaleza del hombre, e intentar eliminarla es emprender una empresa imposible. Lo que sí puede lograrse es una tergiversación de lo religioso, que Max Scheller refleja en una de sus frases: “El hombre o cree en Dios o se fabrica un ídolo. Este ídolo será la raza, el Estado, una mujer o el dinero; pero el hombre no puede vivir sin adorar algo”. En Europa, el proceso de eliminación de lo religioso comenzó antes que en América, pero aquí ya sentimos las consecuencias, y la globalización hace lo suyo para expandir vertiginosamente la aberración que los grupos anti-religión sienten, al punto de elaborar esta pseudo-antropología donde los humanos superiores son aquellos que no creen en nada, que sólo admiten lo demostrado empíricamente por el método científico, y los creyentes son los que están por debajo de la cadena evolutiva, destinados a desaparecer, porque el hombre y la mujer del futuro, según esta teoría, serán ateos, y eso será el progreso.

Como decíamos, América Latina se ha ido permeabilizando a este sentir, y si bien las estadísticas muestran el descenso del porcentaje de creyentes conjunto al aumento de ateos, agnósticos o indiferentes, basta estar imbuido en el quehacer de una parroquia o Diócesis para descubrirlo cara a cara. Lo religioso no debe estar, y si está, debe ser privado, delimitado al cuarto del creyente o al interior de los templos; cualquier manifestación pública es un atentado al nuevo orden social. Aparecida, sin responder directamente a esta realidad, dentro de los ejes que propone reforzar en la Iglesia latinoamericana, figura la experiencia religiosa. Heroicamente, arriesgándose a una expresión que podría considerarse caduca, el Documento afianza lo religioso como elemento a trabajar con mayor intensidad y preocupación en nuestras comunidades, respondiendo así al embate anti-religión desde la propia identidad cristiana de discípulos misioneros. Desarrollemos, entonces, el punto 226.a intentando rescatar líneas pastorales aplicables y concretas.








Bibligrafía:
http://es.catholic.net/laicos/881/3059/articulo.php?id=40953

http://eccechristianus.wordpress.com/2012/01/20/la-experiencia-religiosa-o-modernismo-de-masas-ia-parte/

http://www.vidapastoral.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=88:la-libertad-religiosa-en-el-compromiso-de-la-iglesia-cat%C3%B3lica


http://www.vatican.va/news_services/liturgy/details/ns_lit_doc_20110112_devozione-fedeli_sp.html